De acuerdo. La mayoría de nosotros cree no tener el tiempo ni los conocimientos necesarios para disfrutar del automóvil en óptimas condiciones. Pero se impone una reflexión. Prestar atención a nuestro coche nos ahorrará tiempo y dinero, y ganaremos en seguridad y confort.

El mantenimiento adecuado de nuestro coche nos ahorra una buena suma (algunos cálculos la sitúan en unos 2.000 € de promedio) y, más importante aún, imprevistos y disgustos, así como un temerario déficit en la seguridad del trayecto.

¿Cómo ahorramos dinero?

Empezando por cambiar neumáticos cuando toca. Los neumáticos son vitales para la comodidad y la seguridad de la marcha y son, frecuentemente, los más ignorados. Según el último informe emitido por el fabricante de neumáticos Bridgestone, el 71% de los conductores europeos circula con una presión inadecuada en sus neumáticos, provocando un gasto innecesario de combustible (puede llegar al 26%) y un aumento en las emisiones totales de CO2.

La revisión de la suspensión también es necesaria, pero pese a ser fundamental para la seguridad de vehículo y de sus ocupantes un 31% la revisa solo al pasar la ITV. Una suspensión en mal estado aumenta el riesgo de derrapar y perder el control e incrementa la distancia de frenado de forma considerable.

Los diferentes filtros del vehículo (de aire, combustible y aceite), están diseñados para garantizar el buen funcionamiento del motor. Descuidarlos puede provocar averías muy serias y elevados gastos de combustible.

Los frenos merecen especial atención pues su deterioro es difícil de detectar al producirse lentamente. Por eso, es muy importante que este sistema sea revisado por un especialista al menos una vez al año.

Mantener los niveles correctos de aceite y líquido de la refrigeración es esencial para evitar que el motor sufra un desgaste excesivo.

Hay que prestar atención a la correa de distribución, cuyo coste de sustitución es alto, pero que si no se sustituye dentro de los plazos recomendados por el fabricante puede acabar provocando graves y costosas averías, a veces con daños irreparables.

Asimismo, supervisar el correcto funcionamiento y alineamiento de las luces y mantenerlas limpias es importante para ver y ser vistos en carretera, sobre todo de noche y con meteorología adversa.

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