El invierno llama a la puerta y los conductores veteranos saben que las cosas se pueden complicar. Las temperaturas extremas, el agua, nieve, menos horas de luz, etc., hacen que sea una estación especialmente difícil para circular y que va a exigir a nuestro automóvil lo mejor de sí mismo.

No conviene jugársela. Un ejemplo: si el líquido refrigerante de nuestro motor no está en buen estado y se congela, el resultado será un bloque partido, cuya reparación supera los 3.000 euros de factura. Es conveniente asegurarnos de que el líquido de refrigeración conserva sus propiedades anticongelantes. Ten en cuenta que se trata de un líquido que va perdiendo propiedades con el tiempo. No está de más que te revisemos el punto de congelación del refrigerante en el taller. Es una operación muy sencilla y nos puede ahorrar un disgusto.

¿Cómo preparamos el coche para el invierno?

Nivel de aceite

Aunque es más peligroso el calor, el frío hace que el aceite esté muy viscoso cuando encendemos el motor, así que no fuerces la mecánica hasta que hayan pasado unos minutos. De esta forma, dará tiempo a que llegue a todos los rincones del propulsor y evitarás desgastes en elementos como el turbo, etc.

Estado de la batería

Con el frío, estamos ante un elemento crítico. Si últimamente notas que al coche le cuesta arrancar o que los limpiaparabrisas se mueven más despacio de lo normal, avísanos y te cambiamos la batería antes de que un día no arranque el coche.

Correa del alternador

En invierno, el coche consume más energía eléctrica al usar la luneta térmica, el ventilador para desempañar, las luces, los limpias… Te revisamos el estado de la correa del alternador para evitar que falle cuando más lo necesitemos.

Los neumáticos

Son importantes todo el año, pero más aún cuando las condiciones de adherencia son desfavorables. Un neumático con poca profundidad de dibujo es perfectamente seguro en seco, pero en cuanto el asfalto se humedece, el coche se vuelve ingobernable. No todo es la profundidad del dibujo, los neumáticos van perdiendo adherencia con los años. Si tienen más de 5 años, nuestro consejo es que los sustituyas.

Luces

Siempre, pero especialmente en invierno, tenemos que revisar que todas las luces del automóvil funcionan correctamente. No olvides llevar lámparas y fusibles de recambio.

Además de todo esto, saca del maletero la sombrilla de playa y mete una manta (nunca se sabe cuándo podríamos necesitarla) además de las socorridas cadenas de nieve.

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